Espera que el Ministerio y las CC.AA alcancen un “acuerdo de mínimos” para evitar que haya “17 semanas santas diferentes”
SANTANDER, 10 (EUROPA PRESS)
La presidenta de los ‘populares’ cántabros, María José Sáenz de Buruaga, apuesta por el cierre perimetral de las comunidades autónomas en Semana Santa pero cree que en Cantabria “se dan las condiciones” para mantener las reuniones de seis personas y ampliar “al menos una hora” el toque de queda.
Así lo ha manfiestado horas antes de que este miércoles se celebre el Consejo Interterritorial del Servicio Nacional de Salud en la que está previsto que Ministerio de Sanidad y comunidades autónomas fijen las restricciones de cara a la Semana Santa.
Buruaga espera que de esta reunión salga, “con el máximo consenso, un acuerdo de mínimos” y una “posición colegiada” porque, en su opinión, hay que “evitar 17 semanas santas diferentes”. “No queda otra que actuar de forma coordinada bajo el liderazgo y el paragüas del Ministerio de Sanidad”, ha afirmado.
En este sentido, ha defendido que la decisión sobre el cierre perimetral “no depende” de la situación epidemiológica o sanitaria de la comnunidad sino de la del conjunto nacional y, a su juicio, dada la “fragilidad de la situación” sanitaria y la “amenaza” de una cuarta ola de COVID-19, no se debería levantar, postura que coincide con la que planteará el Ministerio de Sanidad a las comunidades.
Sin embargo, considera que, dentro de Cantabria, y a la vista de su situación epidemiológica, el resto de limitaciones “no deben endurecerse” en Semana Santa.
De este modo, aboga por no limitar más el número de personas que pueden reunirse, manteniéndolo en seis, y por “ampliar o extender el toque de queda al máximo, dentro del margen que permita el acuerdo”. Posteriormente, ha concretado que debería retrasarse “al menos una hora”, esto es comenzar en Cantabria a las 23.00 horas en lugar de a las 22.00.
“No vemos motivo epidemiológico ni justificación para que se limitan o restrinjan ahora, cuando se ha hecho en los peores momentos, mucho menos cuando responsablemente se sacrifica la apertura de la comunidad o cuando desde el Gobierno se organizan reuniones o actos que congregan a 300 personas en un recinto cerrado como el Palacio de Festivales”, ha opinado Buruaga, que cree que el Gobierno regional “debe defender la apertura de la actividad económica dentro de la región con la mayor amplitud posible”.
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