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Andalucía defiende la promoción de la salud frente al incremento del 35% de enfermedades crónicas

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SEVILLA, 24 (EUROPA PRESS)

La consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía de la Junta de Andalucía, Catalina García, ha trasladado este miércoles su preocupación ante el incremento de hasta un 35% en los últimos cuatro años de andaluces con patologías crónicas, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. Al tiempo, se ha mostrado a favor de llevar a cabo acciones concretas para la prevención y promoción de la salud. En este sentido, ha comparecido a petición propia para informar sobre la Estrategia de Promoción de Vida Saludable.

“La prioridad es ofrecer a la sociedad herramientas adecuadas para anticiparnos a muchas patologías que es posible prevenir o ralentizar su aparición. En otras palabras, la generación de hábitos saludables”, ha dicho y recogido la Junta en una nota de prensa. Precisamente, ha indicado que esta estrategia centra su ámbito de actuación sobre la atención a la cronicidad, la prevención y la promoción de la salud, con el objetivo de conseguir que la persona tenga conciencia crítica y activa sobre la construcción de su propia salud. Sobre esto último, ha señalado que España, tiene la “necesidad imperiosa” de abordar los problemas de salud de forma preventiva.

De hecho, ha recordado, se encuentra entre los países europeos con mayores tasas de cronicidad, “y con una preocupante tendencia al alza”. Según los últimos datos publicados en el portal estadístico de Atención Primaria del Ministerio de Sanidad, el número de personas con medicación crónica en Andalucía ha aumentado en sólo cuatro años en un 35%. “Si en 2018 eran 2 millones de andaluces, en 2022 eran ya 2,8”, ha apostillado.

En este punto, ha subrayado que el envejecimiento de la población “no parece que vaya a suponer una mejora en el aumento de la cronicidad”. Según los datos del Ministerio de Sanidad, entre 2018 y 2023, la población mayor de 65 años ha aumentado en un 11%, mientras que entre 2013 y 2017 este aumento fue únicamente del 6,7%. Así, actualmente, el 20% de las personas presenta al menos una enfermedad crónica, de la que en el 91% de los casos será su principal causa de muerte. “En términos económicos y sanitarios, la medicación crónica es el principal factor de gasto sanitario y ocupa el 80% de las consultas en Atención Primaria”, ha añadido.

“Hay enfermedades que no es posible prevenir. Pero muchas otras sí: la diabetes tipo 2, la EPOC, problemas cardiovasculares, enfermedades de transmisión sexual como el VIH, problemas de salud mental o incluso determinadas patologías tumorales. Ponemos justamente ahí, sobre esas enfermedades prevenibles, la diana sobre la que actuar en esta Estrategia”, ha agregado. Durante su intervención en la Comisión de Salud, ha explicado que esta Estrategia tendrá múltiples ámbitos de actuación, aunque tendrá su eje fundamental en la Atención Primaria.

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En esta línea, ha recordado que el Pacto para la mejora de la Atención Primaria, suscrito en mayo del pasado año con organizaciones sindicales, hacía ya referencia a que Andalucía se enfrenta a un contexto de aumento de la cronicidad, y, en consecuencia, se hace necesaria la activación de medidas desde este ámbito para afrontar este desafío. “Y una de esas medidas a las que se refiere el Pacto, quizá la de mayor trascendencia, es precisamente esta Estrategia de Promoción de una Vida Saludable”.

Al hilo de esto, ha agradecido el trabajo de todos los profesionales implicados en la elaboración de la estrategia. Un proyecto conjunto en el que han participado representantes de las consejerías de Salud, Educación, Deporte, Igualdad, Agricultura, Fomento, movilidad y urbanismo, Empleo y Economía, coordinados por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica. Asimismo, han intervenido profesionales de diferentes sectores implicados, como asociaciones, colegios profesionales y sociedades científicas.

El proyecto consta de cuatro líneas estratégicas, diez objetivos y quince programas. La primera de las líneas se centra en la promoción de hábitos de vida saludable. En su desarrollo hay objetivos como incrementar los niveles de lactancia materna y el consumo de alimentos saludables en detrimento de los no saludables, aumentar los niveles de actividad física y disminuir los hábitos sedentarios, incrementar las horas y la calidad del sueño o disminuir el tiempo dedicado al uso de aparatos electrónicos, en detrimento del tiempo dedicado a familiares y amistades.

La segunda de las líneas pone el acento en el fomento de la responsabilidad social ante la salud por parte del sector empresarial y la tercera, en la difusión de información veraz a la ciudadanía sobre los beneficios de una vida saludable y la protección de la población frente a mensajes, publicidad y campañas perjudiciales para la salud. Finalmente, la cuarta línea se centra en impulsar la gestión del conocimiento, la investigación y la innovación en el área de la promoción de hábitos de vida saludables y los determinantes que los condicionan.


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