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Uno de cada cuatro médicos sufre de síndrome de desgaste o burnout

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MADRID, 23 (SERVIMEDIA)

Un estudio de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha revelado que uno de cada cuatro médicos padece síndrome de desgaste profesional o burnout, un problema que afecta a la salud laboral del profesional, a la calidad de la atención prestada y al funcionamiento del sistema sanitario.

Según informó este martes el centro de investigación, este estudio publicado en la revista ‘Gaceta Sanitaria’ reveló que un 24% de los médicos, de entre los 16.000 profesionales incluidos en los 67 estudios científicos revisados, padece burnout, más conocido como síndrome del ‘profesional quemado’.

Las conclusiones del trabajo, realizado mediante un metanálisis de estudios observacionales señalaron que uno de cada cuatro médicos en España padece burnout derivado del desempeño de su trabajo. El síndrome de desgaste profesional o burnout es un trastorno derivado del estrés crónico que las personas pueden sufrir en su trabajo.

Se caracteriza por tres síntomas o dimensiones principales: cansancio emocional, que genera agotamiento ante exigencias laborales por las que no se siente atractivo; despersonalización, que provoca distanciamiento en el trato e incluso rechazo hacia las personas del ámbito laboral; y falta realización personal, que genera una actitud negativa hacia uno mismo y hacia el trabajo, acompañada de irritabilidad, baja productividad y escasa autoestima.

IMPLICACIÓN EMOCIONAL

Los profesionales sanitarios, los médicos en el caso de este estudio, son una población con especial riesgo de padecer burnout, por el tipo de trabajo y la implicación emocional que requiere. Las consecuencias del burnout médico no se limitan a la salud de los trabajadores y trabajadoras, sino que también pueden afectar a la calidad de la atención sanitaria prestada y al funcionamiento de la organización laboral.

La investigación publicada en ‘Gaceta Sanitaria’, revista científica en acceso abierto de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, cuenta con la participación de Antonio Pujol de Castro, médico residente de la especialidad de Medicina Preventiva y Salud Pública, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, que durante su formación en la Escuela Nacional de Sanidad desarrolló el trabajo junto con Ferrán Catalá-López, científico titular de la Escuela Nacional de Sanidad y del Ciber de Salud Mental (Cibersam) del ISCIII, y también autor principal del trabajo.

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También colaboraron en el trabajo Grecia Valerio Rao y Pablo Vaquero Cepeda, médicos residentes de los hospitales Universitario Central de Asturias y Universitario de Salamanca, respectivamente, que también completaron en el ISCIII parte de su formación.

PREVALENCIA DEL BURNOUT

Los autores explicaron que “pese a la enorme cantidad de estudios publicados sobre burnout en Medicina, hasta ahora no se habían realizado investigaciones que sintetizaran sistemáticamente todo el conocimiento disponible para determinar la prevalencia de burnout en médicos que desarrollan su actividad profesional en el Sistema Nacional de Salud español”.

Del mismo modo, los expertos señalaron que este trabajo confirma “una alta prevalencia del síndrome de burnout en médicos que trabajan en España”, y apuntaron que estos resultados “pueden contribuir a conocer mejor la carga asociada al síndrome de desgaste profesional entre médicos y al diseño de futuros estudios que sigan aportando conocimiento en torno al burnout en profesionales médicos”.

Además, recomendaron seguir aplicando y consolidando “estrategias para prevenir y mitigar esta situación”. Entre las medidas que podrían ayudar a combatir el burnout están los cambios en los patrones laborales, con más descansos, evitar trabajo fuera del horario laboral y conciliación con la vida personal; el desarrollo de herramientas de gestión emocional; el fomento del soporte social por parte de compañeros de trabajo, familia y amigos, y la diversificación laboral con posibilidad de realizar diferentes tareas.

Asimismo, destacaron tener en cuenta el origen del burnout y el tipo de profesional al que afecta, ya que, por ejemplo, en la atención primaria suele relacionarse más con el trato a los pacientes, y en la residencia, con las características propias de esta etapa formativa.


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