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Víver Kombucha ofrece pautas para elegir una kombucha de calidad entre muchas imitaciones de la bebida

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GRANADA, 18 (EUROPA PRESS)

La empresa granadina de refrescos saludables Víver Kombucha ha concretado este lunes las claves para elegir correctamente una kombucha, ya que, a su juicio, “es importante seleccionar una kombucha que respete la receta tradicional de esta bebida fermentada, que posea cantidades mínimas de azúcar, que no esté pasteurizada y cuyo sabor provenga de ingredientes naturales”.

Todo ello, con el objetivo de consumir “una kombucha auténtica y aprovechar todos los beneficios que ofrece esta bebida saludable para el organismo”. “Con estas claves se promueve que el consumidor pueda identificar por sí mismo cuándo una kombucha es de calidad”, según han explicado desde la empresa de Granada.

EL ETIQUETADO

Desde Víver han apuntado que la base para seleccionar una kombucha que sea beneficiosa para la salud, al tiempo que posea un gran sabor, se encuentra en “leer atentamente la etiqueta del producto”, de forma que se puedan comprobar si cumple las preferencias personales en cuanto a calorías, alérgenos, de ingredientes y sabor.

En este sentido, han apuntado que “se debe prestar especial atención al contenido en azúcar, para comprobar que este sea inferior a 3,5 gramos”. En casos de concentraciones mayores, “será síntoma de que hay azúcar añadido posteriormente, por tanto, no habrá sido consumido en la fermentación y esto deberá ser tenido en cuenta en materia de salud”, han añadido.

Otro de los factores a tener en cuenta consiste en que la kombucha es una bebida “de muy bajo grado alcohólico”, que cuenta normalmente con un 0,5% de alcohol. “En la mayoría de casos, esta cantidad se considera residual y legalmente no hace falta mencionarla en la etiqueta en nuestro país porque la regulación para bebidas alcohólicas comienza en 1,2%, aunque es importante saber que posee esta cantidad mínima”, han subrayado desde la enseña granadina.

REFRIGERACIÓN Y FERMENTACIÓN

Por otro lado, han advertido de que algunas marcas eligen pasteurizar su bebida para aumentar la vida útil del producto y mejorar su conservación en ambiente, consiguiendo un producto “más estable” y así facilitar su transporte al no ser necesario mantener la cadena de frío “que tan bien conserva las propiedades de esta bebida”. “Sin embargo, este proceso elimina las bacterias beneficiosas y también los cultivos vivos y activos”, han asegurado.

Así, aunque pudieran añadirse probióticos posteriormente, estos “nunca serían los naturales que surgen del proceso de producción original, ni serán tan abundantes y variados”, mermando así los dos elementos clave para los múltiples beneficios para la salud que ofrece la kombucha.

Por otro lado, la fermentación resulta en “una de las formas más seguras de conservar los alimentos antes, incluso, de la refrigeración, ya que este proceso natural crea interacciones con ingredientes simples y, con el tiempo, les ayuda a desarrollar nutrientes beneficiosos”, han subrayado.

Es por ello que, según han apuntado desde Víver Kombucha, las mejores kombuchas se fermentan durante al menos 30 días, “para que se creen unas interacciones y nutrientes idóneos para los que hace falta tiempo”. En el caso de la marca granadina, este proceso se extiende hasta los 40 días, siendo una de las fermentaciones más largas de todas las kombuchas que hay actualmente en el mercado.

RECETA TRADICIONAL

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Desde Víver Kombucha han recordado que la receta básica de la kombucha se basa en la unión de té, agua, azúcar y scoby salvaje, que consiste en una capa de celulosa que alberga las bacterias y los cultivos de levadura que convierten el té en kombucha. De esta forma, el término ‘scoby’ proviene de las siglas en inglés de ‘cultivo simbiótico de bacterias y levaduras’.

En este sentido, el Co-CEO de Víver Kombucha, Raúl de Frutos, ha explicado que el scoby “es lo que llamamos madre kombucha”. “Es el cultivo encargado de iniciar la fermentación y, como si de alquimia se tratase, transforma una solución de té azucarado en una bebida burbujeante, rica en microorganismos vivos, ácidos orgánicos, vitaminas, enzimas activas, minerales y otros elementos”, ha añadido.

LOS PROBIÓTICOS

Los probióticos naturales de la kombucha auténtica y orgánica poseen la función de reequilibrar el intestino con una buena flora. Según un estudio realizado independiente por el laboratorio Microal, “la kombucha de Víver arroja un resultado de más de 900 millones de probióticos por botella de 20 especies diferentes”.

En este sentido, la nutricionista Bianca Bor, ha indicado que “la cantidad de probióticos junto con la diversidad de los mismos redunda en mayores beneficios porque cada uno de los microorganismos tiene beneficios distintos, de hecho, la variedad probiótica es una diferencia fundamental frente a otros alimentos saludables que, como el yogur, por ejemplo, tienen dos tipos de bacterias diferentes, frente a 20 de Víver Kombucha”.

ENZIMAS ACTIVAS Y EFERVESCENCIA

Otra de las ventajas de la “buena kombucha” se encuentra en su alto contenido en enzimas activas, unas proteínas que ayudan al cuerpo a descomponer los alimentos. Estas enzimas ayudan en la digestión, aumentan la absorción de nutrientes, ayudan a desarrollar músculos y eliminar toxinas, esenciales para un intestino y una vida saludables.

Por otro lado, la kombucha auténtica produce CO2 de forma natural durante la fermentación, lo que crea “su famosa personalidad efervescente”. Normalmente se le añade CO2, con el objetivo de “equilibrar el nivel de gas y evitar posibles fermentaciones en botellas”.

“Esta se trata de una medida de seguridad alimentaria que no afecta la consideración de kombucha auténtica, sino que más bien es necesaria para aplacar efectos no deseados de la fermentación de forma natural”, según han explicado desde Víver Kombucha.

SABOR Y ÁCIDOS ACÉTICOS

Los ácidos acéticos, creados durante el proceso de fermentación, protegen la infusión de bacterias dañinas y son la fuente del distintivo sabor picante de la kombucha. Debido a su estructura ácida, protegen la salud al promover la alcalinidad (equilibrio del pH) en el cuerpo. Por tanto, encontrar el equilibrio entre sabor y propiedades de una fórmula natural conlleva “mucha experiencia”.

En este sentido, De Frutos ha explicado que “algunas de las marcas de kombucha que existen en el mercado son en realidad vinagres rebajados a los que se añade agua con gas, aromas artificiales e incluso edulcorantes y que pueden venderse como bebidas light o sin azúcar”. “Se utilizan concentrados de kombucha a partir de los cuales se realiza producción en serie pero que generan un producto que ha perdido muchas de sus propiedades y todos los elementos vivos que caracterizan a la auténtica kombucha”, ha concluido.


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