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Angola invita a los presidentes de RDC y Ruanda para una cumbre mañana en Luanda

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Lourenço está mediando para acercar posturas ante el repunte de los combates entre Kinshasa y los rebeldes del M23

MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

El presidente de Angola, Joao Lourenço, ha formulado una invitación a sus homólogos de República Democrática del Congo (RDC) y Ruanda, Félix Tshisekedi y Paul Kagame, respectivamente, para un encuentro este miércoles en Luanda con el objetivo de abordar el repunte de los combates entre el Ejército congoleño y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).

La Presidencia angoleña ha señalado que también ha sido invitado el expresidente keniano Uhuru Kenyatta, quien ejerce como mediador de la Comunidad de África Oriental (EAC), tal y como ha recogido la agencia estatal angoleña de noticias, Angop.

Así, ha dicho que el encuentro tendrá entre sus principales objetivos la aprobación de un Plan de Acción para la Paz en RDC y la resolución de las disputas diplomáticas entre Kinshasa y Kigali, que han protagonizado varios encontronazos en los últimos meses en torno a la situación en el este de RDC.

El presidente de Angola realizó recientemente una visita a RDC y Ruanda para reunirse con sus homólogos, en el marco de unos esfuerzos de mediación liderados por Luanda que se suman a los trabajos de la EAC para intentar solucionar la situación y restablecer unas relaciones de buena vecindad entre ambos países.

Durante las últimas semanas, Kenia ha enviado a militares a la provincia de Kivu Norte (este) en el marco de una misión de la EAC para intentar combatir a los rebeldes, esfuerzos a los que próximamente se sumarán soldados de Uganda, según ha confirmado Kampala.

El M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército de RDC en Kivu Norte, siete años después de que las partes alcanzaran una tregua. Expertos de Naciones Unidas han acusado a Uganda y a Ruanda de apoyar a los rebeldes, si bien ambos países lo han negado.

El conflicto ha derivado además en una crisis diplomática entre RDC y Ruanda, país al que Kinshasa acusa de apoyar al M23, si bien Kigali ha rechazado estas afirmaciones y ha cargado contra su vecino por su presunto respaldo al movimiento rebelde de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).

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En este sentido, la organización no gubernamental World Vision ha alertado durante la jornada del empeoramiento de la crisis humanitaria por el conflicto, que ha provocado que desde el 20 de octubre se hayan registrado 90.000 nuevos desplazados que han llegado a campamentos “ya abarrotados”.

“Las familias que han huido se encuentran en un estado desesperado. Carecen de alimentos, agua limpia, casi no tienen ropa de recambio y están hacinados en aulas e iglesias con acceso limitado a los aseos”, ha señalado la directora de la ONG en el país africano, Aline Napon.

“En esta situación, los niños y niñas son extremadamente vulnerables al hambre, a las enfermedades, a la violencia sexual y a perderse”, ha advertido, antes de reclamar un “acceso humanitario seguro a las comunidades afectadas y un rápido aumento de los suministros de emergencia”.

Así, Eloisa Molina, directora de comunicación de World Vision España, ha resaltado que estos suministros “deben incluir alimentos, asistencia en efectivo, kits de agua, saneamiento e higiene, incluyendo recipientes para transportar y almacenar agua, cubos, jabón y toallas menstruales básicas”.

Bahati Fifi Ngurizira, una de las desplazadas por los combates, ha relatado que tuvo que huir después de un tiroteo en la zona en la que residía. “Salir al exterior era aterrador, pero sabía que esperar era más peligroso. Los disparos no cesaban, así que desperté a los niños. Les dije que era hora de correr”, ha dicho la mujer, embarazada de su sexto hijo y que tuvo que caminar 35 kilómetros desde Rugari hasta Kanyarucinya, en el territorio de Nyiragongo.

World Vision ha señalado que el hacinamiento en los campamentos, que carecen de las instalaciones sanitarias necesarias durante la temporada de lluvias, ha dejado a las comunidades afectadas expuestas a brotes de enfermedades como el cólera y la disentería.


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