MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
Los pacientes con diabetes expertos que ayudan y forman a los que debutan con esta enfermedad contribuyen a reducir los costes sanitarios y ayudan a mejorar la calidad de vida de estas personas, según se puso de manifiesto en la jornada ‘El papel del agente educativo en diabetes’ celebrada este martes en Madrid por la Federación Española de Diabetes (FEDE).
En el encuentro se puso de relieve la importancia de que las personas con diabetes cuenten con una atención especializada y una educación individual y personalizada para mejorar su calidad de vida.
En la sesión, que se dividió en dos mesas, se trató la educación diabetológica y las nuevas tecnologías a través de las intervenciones del coordinador de la Comisión de Educación de FEDE y miembro de la Junta Directiva, Antonio Lavado, y la endocrinóloga del Hospital Puerta de Hierro de Madrid, la doctora Macarena Alpañes.
En su intervención, Antonio Lavado recalcó las ventajas que aporta contar con educación entre iguales, que rompe esa barrera entre paciente y médico. “El agente educativo enseña a otros pacientes qué es la diabetes, cómo mejorar su control, ayuda a incrementar la adherencia al tratamiento, mejora su calidad de vida…”.
Pero, a pesar de que el paciente experto ejerce un papel fundamental, “seguimos pidiendo al Ministerio de Sanidad que se aprueben los diplomas de acreditación en diabetes para nuestros sanitarios y que Atención Primaria cuente con profesionales educadores en diabetes”.
PACIENTES EDUCADORES
De hecho, tener pacientes educados en diabetes, supone una reducción de un 50% en gasto sanitario. “El paciente que controla su diabetes tiene un gasto aproximado al año de 900 euros, mientras que el que no tiene educación diabetológica genera unos gastos de más de 2.100 euros al año”, aseguró Lavado.
Además de la educación entre iguales, la innovación y las nuevas tecnologías son herramientas fundamentales para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Según la doctora Alapañes, estas contribuyen a la reducción del número de glucemias capilares y de hipoglucemias; permiten un mejor conocimiento de la diabetes, reconociendo patrones y causas; mejoran el control de la HbA1C (hemoglobina glicada); admiten el control en remoto o la telemedicina; y aumenta la calidad asistencial del médico, al tardar menos tiempo en revisar un sensor que en ver apuntes y anotaciones.
Sin embargo, no existe un acceso real del paciente a esta innovación. “Hay una limitación clarísima, que es la formación. Las educadoras no han dado más de sí y en algunos hospitales hay muchísima lista de espera; además hay distintas sanidades, en distintas comunidades autónomas, con acceso a diferentes velocidades”, añadió la experta.
AGENTE EDUCATIVO
La segunda mesa se centró en la importancia de la formación continuada y del papel del agente experto, que FEDE ha rebautizado con el nombre de ‘agente educativo en diabetes’.
La agente educativa en diabetes de la Federación de Asociaciones de Personas con Diabetes de Extremadura (Fadex) y miembro de la Comisión de Jóvenes de FEDE, Beatriz Gutiérrez, destacó que el paciente experto aporta “principalmente tiempo”, ya que las consultas tienen un tiempo limitado y los pacientes llegan con “muchas dudas, problemas y nervios que les cohíben de solventarlo todo”.
Por su parte, la jefa del servicio de coordinación de la Escuela Madrileña de Salud de la Comunidad de Madrid, Juana Mateos, señaló la importancia de los programas de paciente experto y su contribución a “mejorar el autocuidado y la calidad de vida, además de dotar a los pacientes de un rol más activo”.
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