SEVILLA, 11 (EUROPA PRESS)
Las mujeres representan el 55,6% del total de los investigadores que han desarrollado algún proyecto de investigación en 2021, según de los datos facilitados por la Fundación Progreso y Salud, entidad dependiente de la Consejería de Salud y Familias, con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia que se conmemora este viernes.
La Junta de Andalucía ha destacado a través de un comunicado que la presencia de la mujer en las investigaciones que se llevan a cabo en el seno del Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA) es “cada vez más notable” y está registrando una tendencia al alza.
Este dato supone que del total de los 4.314 profesionales de la sanidad pública de Andalucía que ha desarrollado actividad investigadora en 2021, tanto liderando algún proyecto o estudio clínico como colaborando en ellos, 2.398 son mujeres.
Aunque aún existen diferencias significativas respecto a los hombres, cada vez hay más mujeres científicas liderando proyectos de investigación. Así, el año pasado, el 45,1% de los profesionales que han liderado un proyecto de investigación (figura denominada investigador principal) han sido mujeres, frente al 54,9% de hombres. La presencia de investigadoras principales en los proyectos está registrando una tendencia al alza, puesto que el dato de 2021 ha experimentado un incremento respecto a 2020 y a 2019 (44,7% y 44,6%, respectivamente).
A pesar del incremento de la presencia de la mujer en el desarrollo científico y la generación del conocimiento en salud, aún queda camino por recorrer y, en este sentido, la Estrategia de I+i en Salud de Andalucía cuenta con un grupo de trabajo específico sobre igualdad de género.
El objetivo es fomentar la equidad e incorporar acciones encaminadas a reducir las desigualdades de género, no solo en los propios grupos de investigación de la sanidad andaluza, sino también en el diseño y ejecución de las investigaciones y los proyectos científicos que puedan desarrollarse.
Entre las medidas que se han propuesto en el seno de la estrategia se encuentran incorporar la perspectiva de género a las investigaciones en salud; fomentar el equilibrio de género en los comités de evaluación de las convocatorias; incorporar en la evaluación científica curricular las limitaciones que afectan a la carrera investigadora de la mujer, con carácter general, y eliminar las barreras que limitan o impiden el liderazgo de la mujer en la ciencia.
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