China cierra dos hospitales por los efectos perniciosos de las medidas frente a la pandemia

Las autoridades atribuyen varias muertes a la férrea aplicación de los controles contra la COVID-19

MADRID, 13 (EUROPA PRESS)

Las autoridades chinas han cerrado temporalmente dos hospitales de la ciudad de Xian, una de las afectadas por los últimos brotes de COVID-19 en el gigante asiático, después de concluir que la estricta aplicación de las restricciones frente a la pandemia de COVID-19 provocó muertes de otros pacientes.

La autoridad sanitaria de Xian ha determinado que el Hospital Gaoxin y el Hospital Centro Médico Internacional deben cerrar durante tres meses, tiempo en el que espera que se sometan a un proceso de “rectificación” para subsanar los errores detectados.

Ambos centros “tuvieron un mal sentido de la responsabilidad e incumplieron su deber de salvar vidas”, en particular porque los errores de gestión habrían llevado a retrasos en los diagnósticos o en la atención de enfermos graves.

Entre los casos que han trascendido está el de una mujer embarazada que abortó junto a uno de los hospitales al no poder acceder porque su prueba de coronavirus había expirado, o el fallecimiento de un hombre al que se le negó la atención tras sufrir un infarto a pesar de que él sí tenia un test valido.

Las autoridades asumen en su comunicado que algunos de los casos compartidos en redes sociales han llamado la atención de la ciudadanía y han acarreado un “impacto social”. De hecho, el tema de los cierres era este jueves el más comentado en la red social Weibo, según la agencia de noticias Bloomberg.

Xian ha registrado unos 2.000 casos de COVID-19 en el último mes, fruto de un brote que implicó el confinamiento de sus más de 13 millones de habitantes y derivó en falta de suministros básicos. El repunte de contagios parece ya más contenido y Pekín se ciñe a su política de casos cero, que mantiene desde que logró contener la primera ola.

Las alertas se han disparado por la irrupción de la variante ómicron, detectada este jueves en la ciudad de Dalian, residencia de siete millones de personas y puerta clave de entrada para suministros.