MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
La Fiscalía de Panamá ha abierto una investigación para esclarecer un supuesto caso de vacunaciones clandestinas contra la COVID-19 en un edificio de la capital, un hecho que genera “dudas” al Gobierno, que ha querido insistir en que es el único mediador en la compra de fármacos.
El diario ‘La Prensa’, que informó en primer lugar de la existencia de estas prácticas en el edificio Coco del Mar Suites, ha asegurado que al menos 17 personas han recibido dosis. Las autoridades sanitarias investigan si se trata de vacunas de las firmas Pfizer y BioNTech o son falsas.
La Fiscalía Especial Anticorrupcion ha realizado un primer registro en el edificio y en el laboratorio Vidatec, que ya ha cesado a su gerente, Denisse Vega, después de que saliese a la luz este presunto fraude. Por ahora, las pesquisas se fundamentan en un presunto delito contra la administración pública.
El ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, ha sido quien ha presentado la denuncia y se ha personado durante el registro, acompañado por el director de la Región Metropolitana de Salud, Israel Cedeño. El ministro ha instado a llegar hasta el fondo de las investigaciones, recordando que “las farmacéuticas solo venden las vacunas anti COVID a los países”.
“La Dirección de Farmacia y Drogas no ha recibido solicitud de privados para importarlas”, ha explicado ante los medios, por lo que el Gobierno ha pedido a todas aquellas personas que se hayan vacunado al margen de los canales oficiales que acudan a su centro de salud.
Panamá ha aplicado por el momento más de 1,1 millones de dosis de la solución desarrollada por Pfizer, así como 314.000 de AstraZeneca –contando en ambos casos primeras y segundas dosis–. El país acumula más de 383.000 casos de COVID-19 y más de 6.400 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
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