Entidades como Médicos Sin Fronteras o Creu Roja han mantenido o aumentado sus donaciones
BARCELONA, 21 (EUROPA PRESS)
La pandemia del coronavirus ha supuesto muchas dificultades y retos para las organizaciones sin ánimo de lucro y de cooperación internacional, pero también ha motivado una “reacción muy generosa” por parte de sus socios y benefactores.
Así lo ha indicado a Europa Press, entre otros responsables de ONG, la presidenta delegada de Mans Unides en Barcelona, Mireia Angerri, que ha destacado que pese a que su organización ha perdido algunas vías de financiación, los socios han respondido.
“Estamos recibiendo llamadas de personas que se ven obligadas a darse de baja porque están en ERTE o pasando dificultades, pero estamos teniendo más altas que bajas: la situación ha tocado el corazón de mucha gente”, ha afirmado Angerri.
UNA SITUACIÓN GENERALIZADA
En la misma línea se han expresado el director general de la Fundación Vicente Ferrer (FVF), Asensio Rodríguez; el director de captación de fondos de Médicos Sin Fronteras (MSF), David Monllau; o el presidente de Creu Roja, Josep Quitet.
Rodríguez, por ejemplo, ha indicado que la FVF ha mantenido casi los mismos ingresos por donaciones en 2020 que en el año anterior, con una reducción de apenas el 0,15%, “igual que podría ser cualquier otro año”, ha destacado.
“Estamos alucinados con nuestros colaboradores”, ha declarado a Europa Press el director general de la ONG, que ha vinculado la fidelidad de sus socios al lento pero estable crecimiento que ha vivido en términos generales su entidad.
También la Creu Roja ha agradecido la colaboración de sus 228.000 socios, que se han mantenido respecto al 2019 e incluso han incrementado su aportación durante la pandemia: “Nuestros socios estaban y continúan estando”, ha dicho Quitet.
“Pese a esta crisis, pese al paro que tenemos ahora mismo de más de medio millón de personas, pese a esta historia que hemos vivido, nuestros socios han tenido esta confianza y han estado a nuestro lado”, ha añadido el presidente de la entidad.
Por su parte, Monllau ha destacado que MSF ha mejorado la retención de socios, registrando pocas bajas durante la crisis: “Esto es muy destacable porque quiere decir que, en tiempos de dificultad, la gente sigue pensando que vale la pena colaborar, incluso más que antes”.
“Seguramente la visibilidad de una emergencia médica nos ha ayudado a que la gente piense que vale la pena colaborar”, ha añadido Monllau que ha reconocido, sin embargo, que MSF ha tenido menos altas de las esperadas, aunque no han supuesto un cambio significativo.
DONATIVOS PUNTUALES
Las ONG consultadas han coincidido en remarcar que, más allá de las donaciones periódicas, donde sí han notado un aumento especial ha sido en los donativos puntuales que han recibido de empresas y particulares: “Hemos recibido donativos muy por encima de lo que se podría pensar por la crisis”, ha dicho Angerri.
“Tanto los socios actuales, como gente que hasta ahora no colaboraba, como las empresas, se han volcado en una respuesta solidaria para combatir la Covid-19, que nos ha llevado a cerrar los ingresos por donativos muy por encima de lo previsto a principios de 2020”, ha afirmado Monllau.
En la misma línea, Creu Roja ha informado que sólo 42 de las 402 empresas que han colaborado con ellos durante la pandemia del coronavirus eran benefactoras antes de la crisis sanitaria, y que la mayoría de ellas (329) han colaborado de manera puntual ante la situación; un 33% con donaciones en especie.
DIFICULTADES
Pese al esfuerzo de los donantes y de las propias organizaciones, las entidades consultadas reconocen que el 2020 ha sido un año muy difícil ya que, aunque se han podido mantener buena parte de los ingresos por donaciones, los gastos han sido mayores y el trabajo mucho más complejo.
Creu Roja ha visto aumentar las peticiones de ayuda un 279% en Catalunya; la FVF ha redoblado sus esfuerzos en su hospital en la Índia sin dejar de lado su labor educativa y social; MSF se ha volcado con la respuesta a la pandemia dentro y fuera de España; y Mans Unides ha mantenido todos sus proyectos en el extranjero.
Además, como le ha sucedido a la población en general, las ONGs también han sufrido los confinamientos de cada país donde actúan, han tenido equipos afectados por la enfermedad, y han tenido que reinventarse para poder continuar ayudando, ya fuera de manera telemática o sobre el terreno.
Y todo sin dejar de hacer esfuerzos por financiarse, buscando el apoyo económico de las administraciones o motivando a los ciudadanos a colaborar: “No podemos dejar de pedir, la gente tiene ganas de ayudar y ser solidarios, y nosotros los necesitamos para seguir haciendo nuestra labor”, ha afirmado Angerri.
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