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Adaptación progresiva y una “verdadera” desconexión tecnológica, claves para fomentar la jornada de 4 días laborables

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LOGROÑO, 19 (EUROPA PRESS)

¿Qué escogería si su empresa le diera la posibilidad de optar entre una jornada de 4 días laborales u otra de 5?. A primeras, la respuesta parece sencilla pero: ¿conoce bien cómo afectaría esa decisión a su trabajo?. El experto de UNIR, Guillermo García, nos da las claves para saber cómo se puede implantar esta jornada en nuestro país y si es viable o no a medio o largo plazo.

Para comenzar, el profesor de UNIR lo tiene claro. El cambio “debe ser progresivo. Necesitamos un proceso de adaptación y, sobre todo, un cambio de perspectiva económica y social”, tanto nosotros, los trabajadores, como las empresas. Por tanto, con un periodo de transición el cambio “podría ser” viable pero “no para todos los trabajos”.

Este próximo mes de abril, Valencia será protagonista de un proyecto piloto en el que se analizarán las consecuencias personales, económicas o medioambientales de este tipo de jornada y evaluará el impacto de reducir la jornada laboral sobre aspectos como la productividad o la percepción personal de la salud de los trabajadores.

Pero no es la única ya que fuera de nuestras fronteras también hay muchos proyectos pilotos que se están desarrollando. En el caso de Reino Unido, por ejemplo, más de 60 empresas probaron una semana laboral de cuatro días entre junio y diciembre de 2022 y el 90 por ciento optó por continuar en este sistema.

Otros como Austria, Corea del Sur o Canadá también lo contemplan pero: ¿qué podría ocurrir con España?.

PRUEBAS A NIVEL “MICRO”

El profesor titular de Derecho del Trabajo y la Seguridad Social de UNIR explica que las pruebas realizadas en nuestro país han sido a nivel micro y, por tanto, “aún no se puede hacer un balance global”.

En este asunto -prosigue- “no podemos ir todos a una porque cada empresa tiene su logística y no es lo mismo querer implantar una jornada de 4 días en Sanidad, por ejemplo, que en una empresa de tecnologías. Hay que ir adaptándose a cada caso, lo que sí se ha demostrado es que en las que se ha realizado ese proyecto piloto, sorprendentemente, aumenta la productividad porque parece que los trabajadores desarrollan su prestación con menor estrés”.

Además, “ayuda a conciliar, mejora la satisfacción del trabajo y a retener talento… y desde la perspectiva de la empresa, también se incrementa el empleo porque se reparte más entre los días”.

Aunque en un principio parece que este tipo de jornada solo tiene “aspectos positivos” el también investigador principal del grupo ‘Trabajo líquido y riesgos emergentes en la Sociedad de la Información’ de UNIR reconoce que “no es todo tan sencillo. Es necesario cambiar nuestra sensibilización y cultura en el modelo de relaciones laborales”.

“La teoría la sabemos según lo que ha pasado en otros países pero no sabemos muy bien el coste real que tendría para las empresas o incluso cómo puede afectar a los trabajadores. Los proyectos pilotos nos indican que parece que el resultado es bueno pero hay que ver qué ocurriría realmente en cada empresa y en cada trabajador. Nos queda mucho por delante”.

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Así las cosas, prosigue, “el problema no es tanto de la herramienta sino de cómo se utiliza” porque “aunque en algunos trabajadores puede que disminuya el estrés en otros puede causar el efecto contrario. Es una idea incipiente que habrá que ir valorando”.

TRABAJAR CUATRO DÍAS PERO… ¿Y EL SUELDO?

Antes de proseguir en las valoraciones, Guillermo García cree también “fundamental” saber “cómo va a decidir la empresa hacer ese cambio” y explica la diferencia “entre dos modelos”.

Así, explica, “hay una serie de empresas que lo que han hecho es trabajar cuatro días manteniendo el mismo salario que si fueran cinco, que es a lo que debemos llegar, pero otras se plantean trabajar cuatro días y equiparar el salario a esos días. Evidentemente, no es lo mismo. Este segundo modelo ha tenido menos éxito”.

Para conocer cómo podría ser el futuro de esta jornada también debemos echar la vista atrás para recordar lo que hace unos años, con el inicio de la pandemia fue un ‘boom’, el teletrabajo. “Puede ser que el teletrabajo haya sido una de las claves para intentar implantar este modelo en España, fue un instrumento muy válido pero, como con todo, lo es si se usa bien”.

En este punto, el profesor de UNIR ha destacado la importancia de la “desconexión digital”. “A veces estamos hiperconectados, no es solo cuestión de la empresa o del trabajador, también de entre los compañeros, a las nueve de las noche nos mandan un ‘Whatsapp’ y parece que tenemos que responderlo de inmediato…”.

Así “si nos ‘obligan’ a estar conectados el cambio no será positivo”, por lo tanto “la jornada de cuatro días si no va acompañada de una serie de medidas sería solo un maquillaje, hay que tener una política de desconexión adecuada para que el trabajo sea realmente de cuatro días, si no… no vale de nada”. Hay que hacer “un uso racional del elemento tecnológico. Si no sabemos desconectar no sirve de nada tener una jornada de cuatro días”.

USO “IRRACIONAL” DE LAS TECNOLOGÍAS

Como reflexiona, en estos momentos, “hacemos un uso irracional de las tecnologías pero por nuestra salud mental debemos aprender a desconectar. Nos llegan estímulos por todos lados, el teléfono, el ordenador, la tablet, el whatsapp, la desconexión del cerebro es fundamental y para ello es importante una educación y una sensibilización”.

Para paliarlo “hay empresas que a través de herramientas mecánicas han conseguido que no se permita ningún tipo de comunicación por ningún canal a partir de cierta hora, por ejemplo”.

De esta manera y aunque está “claro” que el futuro “va por ahí” lo que tenemos que hacer para que realmente funcione “es gestionar bien ese cambio, hacerlo paulatinamente y lograr el objetivo real con medidas efectivas”.

“Estamos en un periodo de transición, queda mucho por avanzar pero, quizás, lo realmente importante es garantizar el tiempo de trabajo, sean 32, 35 o 40 horas… el tiempo que sea, pero que realmente se cumpla y no se trabaje de más”, ha finalizado.


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