MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
El doctor Jesús García Pérez, vocal del Grupo de Vacunas de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), recuerda que, aunque la comunidad educativa tiene un papel fundamental para atajar el acoso escolar, los profesionales de salud también desempeñan “una función muy importante” por su conocimiento previo del niño o adolescente y su entorno familiar.
“Aunque los efectos de la intimidación son raramente obvios y es poco probable que un niño o adolescente verbalice que está siendo intimidado, en las consultas de Atención Primaria, pediatras y enfermeras pueden identificar las situaciones de acoso, aconsejar a las familias, tratar a los afectados y abogar por programas de prevención del acoso escolar en el contexto educativo”, señala.
Por ello, es aconsejable que los profesionales sanitarios, y especialmente los pediatras y enfermeras, estén atentos y consideren “seriamente” la posibilidad de estar ante una víctima de acoso cuando se detecten “varios problemas psicosomáticos sin causa orgánica”, sobre todo aquellos relacionados con depresión o ansiedad.
PAUTAS DE ACTUACIÓN
Generalmente, la persona que ejerce el acoso busca obtener atención y poder ante los demás, aunque muchas veces se trata de individuos intransigentes que sólo aceptan a los que son como ellos y desprecian al diferente por su raza, cultura, aspecto o condición sexual.
García Pérez ofrece una serie de consejos para pequeños y adolescentes que crean que han experimentado o sufren alguna clase de maltrato o acoso, “porque es importante actuar cuanto antes y sopesar una serie de cuestiones para atajar este problema”.
Primero, recomienda no esperar hasta que el acoso incremente su frecuencia o que el nivel de daño u hostigamiento haya causado mucho miedo o malestar y decidir a qué adulto o compañero contar el problema. También aconseja buscar un momento tranquilo en el que poder hablar con sinceridad y, sobre todo, no ocultar situaciones de maltrato.
Recomienda hablar con la familia, pero también con alguno de los profesores, “pidiéndoles discreción y que ayuden a trazar un plan para atajar esta situación”. Finalmente, recomienda creer en uno mismo y en los demás. “Casi todo el mundo desprecia este tipo de comportamientos y tendrás muchos más apoyos de los que esperas”.
Por todo ello, para el pediatra es importante tener en cuenta una serie de cuestiones, medidas y aptitudes para abordar y prevenir el acoso en el entorno escolar: promover la valoración de la diferencia y las buenas relaciones entre compañeros; hablar sobre las relaciones en el grupo y fomentar la colaboración y las actividades conjuntas, y la implementación de la figura del coordinador de bienestar en los centros educativos.
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