La ONU colabora con las universidades de Oviedo y Zaragoza para testar un programa de prevención escolar de adicciones

MADRID, 05 (SERVIMEDIA)

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) ha colaborado con las universidades españolas de Oviedo y Zaragoza en la articulación de un protocolo de evaluación, hasta el curso académico 2025, del programa de prevención escolar de adicciones de Proyecto Hombre ‘Juego de llaves’, dirigido a adolescentes de entre 12 y 15 años con el fin de “prevenir y reducir el uso de drogas y otros comportamientos adictivos”, incluidas las drogas de abuso y las adicciones conductuales.

Así consta en el ‘Protocolo de un ensayo para evaluar la eficacia de un programa escolar de prevención universal de conductas adictivas’, cuyo método de análisis estará basado en un ensayo en centros escolares españoles de educación secundaria obligatoria que aplican dicha intervención, que serán seleccionados “al azar” y sobre los que se hará “seguimientos” a los 12, 24, y 36 meses.

Además, a través de una aplicación específicamente diseñada para este estudio, también se utilizará una batería de instrumentos de evaluación para “conductas adictivas, variables sociodemográficas, clima escolar y otras variables psicológicas”.

Tras subrayar que existen “pocas” evaluaciones de la “efectividad” de los programas de prevención escolar, los expertos esperan que su estudio “contribuya, como modelo, a fomentar la cultura de la evaluación” a nivel internacional a partir del análisis de la efectividad de este programa de prevención que pretende “formar” a los alumnos en habilidades “efectivas” para “hacer frente a situaciones de alto riesgo por consumo de drogas” y desarrollar actitudes “prosociales” y un estilo de vida “saludable” y que aborda factores “específicos” de “vulnerabilidad” al consumo de drogas.

‘Juego de llaves’, lanzado en 2014, se está implementando en más de 30 escuelas en España, si bien los investigadores lamentaron que “aún no se ha evaluado su eficacia”, por lo que en su estudio se han fijado como “objetivos” describir el diseño de una evaluación externa independiente para el programa de prevención, incluyendo un cronograma de seguimiento, procedimientos de recopilación de datos y variables de resultado, entre otros aspectos.

Los investigadores desarrollarán una aplicación piloto para “probar” el protocolo diseñado y calcular el tamaño muestral necesario para la evaluación de resultados y, posteriormente, se aplicará el programa y se realizarán análisis de datos para “informar de la eficacia de la intervención y de los posibles moderadores y mediadores” que pueden potenciar su efectividad.

La investigación incluye una “amplia gama” de herramientas para evaluar variables sociodemográficas, familiares y contextuales, la “mayoría” de las cuales están “validadas” en muestras de adolescentes de habla hispana, a excepción de algunas entre las que se encuentra el Índice de Problemas de Uso de Sustancias y Actividades (Saupi), diseñado por el equipo de investigación “específicamente” para este proyecto.

Por lo que respecta al diseño de la evaluación de resultados, incluirá el desarrollo de los cuestionarios y los ítems para la evaluación electrónica de resultados, el envío del protocolo de estudio al Comité de Ética de la Universidad de Oviedo para su revisión o la aplicación “piloto” de la batería de evaluación con alumnos de dos escuelas que ya implementan ‘Juego de llaves’ para “verificar la idoneidad del procedimiento y los elementos para la población objetivo”, así como “reajustar” dicha batería y “estimar” el tamaño de la muestra o la evaluación tanto de procesos como de resultados del programa de Proyecto Hombre.

La evaluación del proceso incluirá el análisis del reclutamiento y retención de participantes, el grado de implementación del programa y las “barreras” para su puesta en marcha, mientras la evaluación de resultados estudiará la “efectividad” a corto y largo plazo (12, 24 y 36 meses) del programa utilizando como variables el uso de sustancias, variables familiares y psicológicas, entre otras.

En paralelo, también se evaluarán conductas que no implican el consumo de sustancias y las consecuencias del consumo, así como regulación emocional, estrategias cognitivas, interacción social, ocio y tiempo libre, valores de vida, información sobre el consumo de drogas y actitudes hacia el consumo de drogas de los participantes.

A este respecto, la Unodc apuntó que esta será “una de las pocas evaluaciones a largo plazo de un programa de prevención escolar en un entorno natural, involucrando escuelas que ya están implementando el programa en España e incluyendo un amplio protocolo de evaluación que busca identificar posibles mecanismos de cambio de comportamiento”.

A su juicio, existe una “necesidad internacional apremiante” de “ampliar” los programas que se muestren “efectivos”, por lo que realizó un “llamamiento” para llevar a cabo evaluaciones que “identifiquen qué programas de prevención funcionan para quién, durante cuánto tiempo y en qué condiciones”.