El Castell de l’Olla vuelve a iluminar la bahía de Altea con una danza de luz, ruido y color

“Compro esta noche toda mi vida, no se va a ver un espectáculo como el que se ha visto esta noche”, asegura el pirotécnico Ricardo Caballer

ALICANTE, 14 (EUROPA PRESS)

El Castell de l’Olla volvió a iluminar la noche de agosto en la bahía de Altea (Alicante) con un espectáculo de más de 2.000 kilos de pólvora lanzada íntegramente desde el mar. A medianoche de este sábado, y tras dos años de ausencia por la pandemia de coronavirus, la pirotecnia Ricardo Caballer (Ricasa) dibujó durante media hora nuevos efectos, colores y sonidos sobre el Mediterráneo que arrancaron la ovación del público asistente y dejaron un final con sabor a mascletà.

La celebración, impulsada por la Cofradía del Castell de l’Olla, contó con la presencia de diversas autoridades, entre ellas la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana y consellera de Políticas Inclusivas, Aitana Mas, quien destacó la importancia de los festejos y la cultura popular en la vertebración del territorio.

Asimismo, se homenajeó a los Premios Illeta d’Or, que cada año reconocen la labor a favor de la fiesta, y que en esta 34 edición han recaído en el ilustrador Miguel Calatayud, la Guardia Civil, el diario Las Provincias y el periodista Quique Collado. El cartel anunciador ha estado a cargo de Vicent Ramón y el texto ha sido elaborado por el periodista y director del Club Información, Toni Cabot.

El montaje de fuegos artificiales se desarrolló en una jornada atípica y muy complicada en toda la Comunitat Valenciana, debido a la ola de calor y las especiales condiciones meteorológicas del fin de semana.

“APLICAR EL SENTIDO COMÚN”

Al término, el pirotécnico Ricardo Caballer se mostraba muy satisfecho con el resultado y pedía “aplicar el sentido común” en este tipo de eventos. “Con el tema de la pandemia hemos aprendido a suspender las cosas demasiado rápido, pero hay que aplicar la lógica y el sentido común”, defendió.

Pocas horas antes, se había informado de la suspensión de la Nit de l’Albà de Elche, pero Caballer subrayó que ese acto no tiene “nada que ver con el Castell de l’Olla”, ya que este se dispara a 300 metros de distancia de la costa y en el agua. “¿Qué vamos a quemar, el mar?”, planteó. Además, subrayó, el aire de poniente soplaba hacia dentro del mar, lo que hacía que en la práctica esa distancia aumentara.

Se dio la circunstancia igualmente de que había una humedad mucho menor a la habitual en la zona, lo que ayudó a apreciar mejor los colores del castillo. “Yo compro esta noche toda mi vida, no se va a ver en la Olla de Altea un espectáculo como el que se ha visto esta noche porque un 50% de humedad es casi imposible”, aseveró.

El castell de 2022 ha evocado constantemente el recuerdo de Jose Ángel Navarro Montaner, conocido popularmente como Pepe ‘Barranquí’, uno de los fundadores de la fiesta.

“LA ILUSIÓN MUEVE MONTAÑAS”

Ricardo Caballer alaba su figura y la del resto de integrantes de la Cofradía del Castell de l’Olla: “Necesitamos gente como ellos”, manifestó el pirotécnico, que advirtió de la falta de gente de joven que tome el relevo. “No todo en la vida son móviles ni redes sociales ni mirarse al espejo; la vida es ilusión, ellos –los miembros de la Cofradía– no necesitan hacer esto, lo hacen por ilusión y la ilusión mueve montañas”, concluyó.

El Castell de l’Olla se dispara coincidiendo con las fiestas de Sant Llorenç en la playa de la Olla, frente a los jardines de Villa Gadea, donde se concentran cerca de decenas de miles de personas para disfrutar de este evento pirotécnico, único en España que se dispara íntegramente desde el mar, gracias a unas plataformas que se instalan a 300 metros de la línea de la costa.

En 2016, con motivo del 30 aniversario, obtuvo el reconocimiento de Unesco Mediterráneo, a través de la Comisión Española de este organismo internacional, que reconoció los valores de la protección universal de las manifestaciones humanas en materia de la preservación de patrimonio etnológico e inmaterial de la Comunitat.

Además, está reconocido como Mérito Turístico en la categoría de Oro’ de la edición de 1999 por la Diputación de Alicante y en el año 2007 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Comunitat Valenciana’ de la Generalitat.