MANILA, 12, (DPA/EP)
Filipinas ha registrado este jueves un nuevo récord diario de nuevos casos de COVID-19, lo que ha provocado que el Gobierno aconseje el cierre voluntario de oficinas y establecimientos.
El Departamento de Salud filipino ha notificado 34.021 casos adicionales de COVID-19 este jueves, el mayor recuento en un solo día desde el inicio de la pandemia, lo que ha elevado el número total de infecciones en el país a más de 3,1 millones. Por otra parte, el número de muertes ha aumentado en 82, hasta las 52.736.
El 50 por ciento de los nuevos casos de COVID-19 en las últimas dos semanas se han producido en la región de la capital, Metro Manila, una metrópolis de tiene más de 13 millones de habitantes, según ha explicado el Departamento de Salud.
También han informado en su boletín diario de que la tasa de positividad ha registrado otro récord. De las 78.866 pruebas que se hicieron en las últimas 24 horas, el resultado del 47,9 por ciento fue positivo.
Las autoridades sanitarias han atribuido el aumento de los casos al incremento de la movilidad y las reuniones durante las vacaciones de Navidad y Año Nuevo, así como a la propagación de la variante ómicron, altamente contagiosa.
En medio de este aumento, varias oficinas gubernamentales y privadas, bancos y otros establecimientos con altos índices de infección han declarado suspensiones de trabajo. Además, el Tribunal Supremo de Filipinas ha ordenado el cierre físico a docenas de tribunales locales hasta nuevo aviso.
En Manila, el alcalde Francisco Domagoso, conocido popularmente como Isko Moreno, ha ordenado una “pausa sanitaria” de una semana para todas las escuelas públicas y privadas desde este viernes hasta el 21 de enero, después de que llegasen informes alertando de que muchos profesores se encontraban infectados.
“Los padres están preocupados por la seguridad de sus hijos, y los profesores también lidian con la misma ansiedad”, ha lamentado el alcalde. “Esta es nuestra respuesta a la situación en la ciudad”, ha agregado.
Debido al repunte, el Gobierno ha impuesto restricciones a la circulación de personas no vacunadas, que según los expertos son más vulnerables a las infecciones graves y más propensas a propagar el virus.
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