Junta licita por 7,5 millones la mejora de la eficiencia de los laboratorios agroalimentarios y pesqueros de Andalucía

SEVILLA, 1 (EUROPA PRESS)

La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha anunciado la licitación, por más de 7,5 millones de euros, de diferentes materiales que permitirán aumentar la eficiencia y eficacia de la gestión de los laboratorios agroalimentarios y pesqueros de Andalucía con el fin de reducir tiempo de respuesta y costes derivados de las actuaciones que desarrollan los centros de la Red de Laboratorios de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (Agapa).

En concreto, según se indica en un comunicado, se trata del suministro de material fungible, reactivos y otros productos utilizados en las técnicas analíticas que llevan a cabo estos centros de investigación andaluces.

El objetivo del acuerdo marco publicado en la Plataforma de Contratación de la Junta de Andalucía es “centralizar, racionalizar y agilizar la contratación de los materiales y productos necesarios para el trabajo que realizan los 15 laboratorios dependientes de Agapa” ha puntualizado la consejera. En concreto, contempla la licitación conjunta de 25 lotes de un año de duración con la posibilidad de prorrogarse por otras tres anualidades.

A través de esta iniciativa, la Consejería de Agricultura continúa avanzando en la modernización y mejora de los laboratorios agroganaderos, agroalimentarios y de calidad de los recursos pesqueros de Andalucía.

La importancia de la red andaluza de laboratorios se basa en el papel fundamental de estos centros para garantizar la seguridad alimentaria y la calidad de los producciones de la comunidad autónoma. Para ello, realiza cada año cerca de cinco millones de análisis oficiales de control entre los que se encuentran, por ejemplo, ensayos serológicos incluidos en los programas oficiales de erradicación de enfermedades animales.

Asimismo, los laboratorios de Andalucía también llevan a cabo pruebas del ámbito químico como análisis de la calidad del aceite, controles sobre el etiquetado nutricional o diversas tareas para evitar posibles fraudes en vinos y vinagres y la presencia de biotoxinas en productos de la pesca, entre otras actuaciones. Por último, entre los análisis se encuentran también pruebas microbiológicas encaminadas a detectar patógenos a través de métodos moleculares tanto en material vegetal como animal.